La víbora y la lima
Un herrero vivía en un pequeño pueblo, y cierto día entro una víbora en casa del herrero que estaba buscando alguna cosa para comer y entonces comenzó a roer una lima que encontró.
Viendo esto la lima le dijo a la víbora: tonta porque me muerdes, no te das cuenta de que no me puedes destruir ya que yo poco a poco voy deshaciendo tus dientes.
Moraleja de: la víbora y la lima
Esta moraleja nos dice que no debemos esperar nada de aquellas personas que siempre están acostumbradas de quitar, y no de dar.
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